Opening Sábado 7 de septiembre a las 12 hrs.

Yo creo que son temas primordiales que hay que atacar de frente y va todo junto.

Roberto Hernández

El tiempo político es aquel que está en los relojes que regalan durante las campañas electorales. No hay que darle tantas vueltas. Por eso hay que contemplar con atención la boleta electoral ya que seis años de tu vida serán amarillos si el PRD, verdes con PRVM, azul si el PAN, guinda con MORENA o tricolor si el PRI. Pero también hay que tener sentido del humor porque luego sabremos que en el fondo todos son tricolor, se trata de un arte óptico de un siglo de antigüedad.

¿Qué horas son mi corazón? Cierto, muy buena pregunta. Aquí en la PRIhistoria hay que ser puntuales porque siempre es hora de chingar. Los relojes de Ignacio únicamente te miden lo que viene siendo el a. de C. (antes de Cárdenas) y el d. de C (después de Cárdenas), es decir, el comienzo de la era PRIstiana. Una temporalidad específica del verbo chingar, en infinitivo, al infinito. No es casual que estos relojes se hayan atrofiado. Como un disco compacto rayado habitan un loop infinitesimal de traumas políticos. ¿Qué horas son mi corazón? Cierto, muy buena pregunta. Son las 13:28.

De la duda a la deuda solo hay una vocal en el camino.

La “e” es una vocal que en la demografía del léxico hispano es abundante. Por ejemplo, en este breve texto ya hay más de 100 “e”. ¿Sabían que la única palabra legible que tendríamos si despejamos la vocal “e” de todo este conjunto de caracteres sería “duda”? La duda en la deuda queda por fin desnuda.

La duda subyace en el plástico de tu sujeto presidencial de crédito favorito. Checa. Compruébalo. Agarra la tarjeta, pásala por el lector y mira cuál es la incertidumbre que solventa su condición neoliberal, su línea de crédito popular. ¿Cuál banco otorga estas tarjetas? Pues nada más y nada menos que el Banco del Pueblo que, religiosamente, cada seis años concede a un sólo hombre todo el crédito de un Estado nación. Su lema es socializar las pérdidas, privatizar las ganancias.

Pero hay cosas de las que no se duda, por ejemplo que el exceso de aire es un factor clave en la combustión. ¡Cuánto exceso de aire contenido en expresiones como “arrendamiento financiero”, “factoring”, “inversión activa” o “venta de giros! ¡Inflación! ¡Depresión! ¿Pero si esos cerillos son de los 80s no tendríamos que ser ya cenizas? No, para eso fueron los tecnócratas a las Ivy League para aprender a respirar. Practican el aeróbico arte del equilibrio económico que consiste en administrar la cantidad adecuada de aire abajo para que arriba no se queme el asado.

Daniel Aguilar Ruvalcaba, 2019

About the artist

Ignacio Gatica identifica y cuestiona sistemas de lenguaje, elementos y estructuras que configuran la experiencia del espacio urbano, la memoria histórica y personal. Su trabajo se enfoca en las distintas estrategias con las que el paisaje social es condicionado por estos elementos y cómo se traducen en fenómenos culturales. Trabajando desde instalación, escultura, texto, video y pintura, su practica es la de una aproximación cartográfica a signos y signficantes, generando conexiones inesperadas entre componentes que parecieran ser disimiles.

Nacido en Santiago de Chile en 1988, y actualmente viviendo y trabajando en Nueva York, la investigación reciente de Gatica sobre la diseminación de la ideología neoliberal es particularmente apropiada, considerando el proceso re-estructural paralelo que ambos Nueva York y Chile sufrieron en la década de 1970. La generación de Gatica es su sub-producto y ha experimentado el peso de las réplicas de este experimento económico y en consecuencia ha adquirido el peso de una perspectiva que conduce al entendimiento crítico de este evento.

Motivado por una postura analítica para entender lo que da forma a la experiencia de vivir en la multitud, Ignacio esta interesando en modificar la percepción de los elementos claves que construyen el tejido de lo socio-politico, fusionando información en materiales y distintas disciplinas para resignificar los elementos que dan forma a la condición humana actual.

ignaciogatica.com